La Ciudad de Buenos Aires tiene un encanto particular. Recorrerla con detenimiento y observando cada detalle la hace resaltar todavía más. Te proponemos disfrutar de sus calles caminando y conociendo paseos que te van a hacer creer que estás dentro de un cuento.
1- Plaza de mayo
El lugar donde confluyen todos los edificios emblemáticos de la Ciudad. La historia pura. Está rodeada por la Casa Rosada, el Cabildo (antigua sede del Virreinato, data de 1725), la Catedral Metropolitana y el Banco de la Nación Argentina. En el centro de la plaza hay dos importantes monumentos: la Pirámide de Mayo, que recuerda a los revolucionarios de la Independencia de Argentina, y el Monumento al General Manuel Belgrano. La mayor parte de la historia del país se vivió en estas calles. Recorrer la plaza te lleva de viaje por el tiempo y te permite conocer más a fondo los hechos que marcaron el rumbo patrio.
Acá, además, nace la Avenida de Mayo, que une estos edificios con el Congreso Nacional y es reconocida por su estilo europeo.
2- Avenida de mayo
Es una de las avenidas más famosas de la Ciudad. Despliega todo su encanto de estilo parisino conectando la Casa Rosada con el Congreso de la Nación.
Vale la pena recorrerla a pie, observando su arquitectura de palacios. La avenida está llena de edificios distinguidos, teatros y elegantes cafés (entre ellos, el Café Tortoni, emblema porteño). Las obras tienen estilos como Art Nouveau, Belle Époque y Art Déco y se destacan el Palacio Barolo y el Edificio de la prensa, con imponentes cúpulas y detalles del academicismo francés. Si levantás la vista y te perdés en sus balcones, las imágenes te transportarán directamente a París.
Un dato: de noche, se vuelve más seductora.
3- San telmo
Es uno de los barrios más antiguos y tradicionales de la Ciudad de Buenos Aires, sede del Casco Histórico. Además de ser muy pintoresco y bohemio, tiene muchas atracciones para visitar, empezando por la plaza Dorrego. Cada domingo funciona ahí la Feria de San Telmo: se agrupan numerosos puestos de venta de antigüedades, como si se tratara de un mercado de pulgas. A su alrededor, varios lugares gastronómicos te invitan a tomar un café o disfrutar de una rica comida en caserones reciclados, mientras los artistas callejeros tiñen el momento con un aire artístico único.
Si de arte se trata, tenés que conocer el Paseo de la Historieta. Se inicia en Defensa y Chile y finaliza en Av. de los Italianos, donde se encuentra el Museo del Humor. Recorriendo las calles te vas a chocar con personajes como Mafalda, Isidoro, Patoruzú, Clemente y Gaturro, entre otros. Un reconocimiento al talento nacional.
Otro punto fuerte es el Parque Lezama, un espacio verde lleno de esculturas y monumentos en el que resaltan un anfiteatro, un mirador y una fuente. En el siglo XIX, era el terreno de Gregorio Lezama, quien importó árboles y plantas exóticas y contrató a paisajistas europeos para que diseñaran uno de los jardines privados más lujosos de la época. Su viuda, Ángela Álzaga, vendió los terrenos a la comuna en 1894. Hoy, en lo que era la casona que habitó Lezama se levantó el Museo Histórico Nacional, otra cita obligada.
Y si estás por San Telmo deberías darte una vuelta por el Mercado. Vas a encontrar antigüedades, juguetes de antaño, todo tipo de especias y sabores exóticos. Mantiene la fachada (y el espíritu) de los primeros y tradicionales mercados porteños.
Para terminar el paseo con los ojos maravillados, podés recorrer el Zanjón de Granados, la obra de recuperación arqueológica más importante de la Ciudad. Su fachada y patios datan de la primera mitad del siglo XIX y se encontraron, allí, restos de los túneles que alguna vez encauzaron el Zanjón de Granados, cisternas, aljibes, utensilios, recipientes y restos de construcciones del 1700, 1740 y 1830 que hoy podemos visitar.
4- Plaza Francia
Para los fanáticos del aire libre y el verde, este espacio, ubicado en el barrio porteño de Recoleta, es una parada fundamental. Fue diseñado por el célebre paisajista Carlos Thays y forma parte de un conjunto de plazas (la Intendente Alvear, la San Martín de Tours, la Juan XXIII, la Ramón Carcano, la Dante, la Rubén Darío, la Mitre, la República de Brasil, y otras menores). Se destaca en su centro el Monumento de Francia a la Argentina, una obra de mármol y granito, creada por el francés Émile Peynot e inaugurada en 1910 por el Centenario. Las figuras alegóricas de su parte media, representan la Ciencia, la Industria, la Agricultura y las Artes.
Los fines de semana y días feriados, en esta barranca se despliega una feria de artesanos, en la que se ofrecen diversas creaciones. Además, suelen tocar músicos y exhibir muestras de diseño o arte. Es uno de los puntos más recorridos por los jóvenes locales y los turistas. Una tarde de Sol en Plaza Francia es uno de los planes más encantadores de la Ciudad.
¿Dónde? Av. del Libertador 1400.
5- Rosedal / Jardín Botánico
Con su lago, su anfiteatro y el Rosedal, el parque Tres de Febrero es uno de los espacios verdes más conocidos de la ciudad. Es el plan perfecto para pasear, rodearte de naturaleza y tomar mate disfrutando de sus paisajes.
Los dos lagos artificiales se pueden recorrer en bote o en bicicletas de agua y, dentro del parque, también se ubica El Rosedal, un jardín donde crecen más de 8.000 rosas de 93 especies diferentes. Este jardín de casi 4 hectáreas, es de acceso libre y gratuito y está ubicado sobre la Av. Presidente Pedro Montt. Entre los rosales, además, podés encontrar el Jardín de los Poetas, donde se levantan bustos de poetas famosos como Dante Alighieri, Jorge Luis Borges, Antonio Machado, Federico García Lorca y Alfonsina Storni, entre otros. Se puede visitar de martes a domingo de 10 a 18 (ingreso hasta las 17).
Y ya que estás por la zona, podés caminar algunas cuadras y aprovechar para conocer el Jardín Botánico, uno de los jardines más importantes de Buenos Aires. Ocupa más de 7 hectáreas y reúne cerca de 1500 especies, organizadas según su origen geográfico, con especies de Asia, África, Oceanía, Europa y América respectivamente, destacándose el área de flora de las provincias argentinas, por su riqueza e importancia.
En su recorrido encontramos 5 invernáculos, con especies con requerimientos ambientales específicos: de propagación, de bulbosas, para cactus y suculentas y el gran invernáculo principal, con una colección de especies tropicales y subtropicales.
El Jardín Botánico se puede recorrer de martes a domingos (y los días feriados) de 9 a 18 (el horario de ingreso es hasta las 17:45). La entrada es gratuita.
Te proponemos disfrutar Buenos Aires a pie. Conocer, descubrir y turistear, todo en el mismo plan. ¿Ya sabés por dónde empezar?