En Argentina se calcula que cerca del 50% de los residuos que se generan en el hogar son restos orgánicos. El compostaje sirve para transformar estos residuos en un abono natural y nutritivo para las plantas. Compostar es una una técnica muy simple y efectiva para “reciclar” aquellos residuos que generamos en nuestra cocina y que, lejos de la creencia habitual, no son basura.
¿Qué se puede compostar?
✔ Yerba
✔ Restos de frutas y verduras
✔ Borra y filtros de café
✔ Saquitos de té
✔ Cáscara de huevo
✔ Pan
✔ Servilletas en trocitos
Además de ser muy útil para la tierra, compostar evita toneladas de residuos atrapados en bolsas plásticas que generan aumento en las emisiones de CO2 e impactan directamente en el cambio climático. Si los residuos orgánicos terminan en un relleno sanitario, generan, ahí, gases de efecto invernadero (dióxido de carbono y metano), causantes del calentamiento global. También evita introducir en el sistema de transporte y disposición el 40% de tu basura habitual.
Por otro lado, el compostaje puede ser una alternativa para mejorar la calidad del aire que respiramos, ya que provocaría una reducción en la cantidad de basura que se quema, práctica que genera humo, cenizas y emisiones tóxicas.
¿Cuáles son los beneficios del compost?
✔ Mejora la estructura del suelo
✔ Aporta nutrientes para las plantas
✔ Favorece la capacidad de retención de agua
✔ Puede utilizarse para reemplazar fertilizantes sintéticos
✔ Con 2 mil kilos de residuos orgánicos se pueden generar 900 kilos de compost, lo que permite abonar 1.280 m2 de superficie
¿Cómo empiezo a compostar?
En primer lugar, necesitás una compostera. Podés comprarla (hay diferentes modelos en el mercado, algunos incluso son aptos para el balcón) o fabricar una casera, apilando diferentes recipientes de plástico uno arriba del otro (puede ser, por ejemplo, tachos de pintura o una maceta grande): simplemente le tenés que hacer unos agujeros para que pueda pasar el oxígeno y evaporarse el exceso de humedad. El compost no genera olor, pero siempre hay que poner una capa seca al final de los residuos frescos.
En la compostera podés tirar restos de frutas y verduras, cáscaras de huevo, yerba, café y saquitos de infusiones, pero nunca restos de carne o grasas animales. También tendrás que poner residuos “secos”, estos van a compensar el exceso de humedad de los orgánicos y equilibrar, así, el contenido de la compostera. Pueden ser ramas, hojas secas, papeles, cartones (siempre y cuando no tengan impresiones -tintas-), aserrín y viruta.
La mejor manera de tirar tus residuos es poniendo una capa de orgánicos y cubrirla con una de secos. Dentro de 3 meses (aproximadamente), la tierra va a estar lista para ser el abono de tus plantas.
¿Te animás a darle otra vida a tus restos de comida?